NY Christmas

Para mí la Nochebuena es el día más importante de las navidades. En mi casa es el día que más celebramos. Viene toda la familia y desde hace muchos años ya, todos nos disfrazamos. Nos hacemos muchas fotos, comemos y bebemos hasta reventar, cantamos, tocamos la guitarra o la pandereta, jugamos a las películas... Para mí es el día familiar por excelencia. Y creo que ya lo he dicho, pese a esa pose generalizada de "dios mío, qué horror, las navidades", "voy a tener que soportar a mi familia" y todas esas cosas, pues a mí la Navidad me gusta, qué le vamos a hacer. Lo que más me gusta, la Nochebuena.

Así que ayer aquí estaba yo en mi casita de Brooklyn, sola. En Nochebuena. Me levanté y encendí el ordenador ya pasado el mediodía español. Bueno, maravilla de día y maravilla de Skype. Raro, muy raro todo. Pero, al final, bien. Estuve toda la mañana hablando con unos y con otros. Los patieros por fín me dieron la contraseña. Os explico, unos amigos maravillosos que tengo me dieron un dvd antes de venirme pero estaba con contraseña y se la guardaban "de regalo de navidad". Total, que ayer por fin me la dieron. El dvd empezaba con "New York, New York" y muchas imágenes de NYC y entonces entraba en un portal, llegaba a una puerta. A MI puerta, de MI casa. Entraban y saludaba mi madre, mi padre y mi hermano, como lo más normal. Entraba en MI habitación y entonces empezaban una serie de mensajes de mis amigos deseándome lo mejor mientras salían de mi cama, del armario, usaban mi ordenador... ME ENCANTÓ. Así, con mayúsculas. Y al final el típico y mítico fotomontaje con canción de Vetusta Morla para terminar el mensaje. Maravilloso. Y lloré muy poco. Bien por mí.

Luego ya empecé con las conexiones con mi casa. Pasándose el portátil de unos a otros y llamándome para brindar (yo aquí con mi triste coca-cola...). Más tarde ya escuchando los cánticos y viendo a la pequeña Lucía disfrutar de lo lindo con su caballito balancín. Por una parte es estupendo esto de las tecnologías y poder hacer conexiones en directo y sentir que, de alguna manera, tú también estás allí. Aunque sea un poquito. Pero también te hace darte cuenta de qué día es y que, realmente, no estás.

Para culminar la noche me fui con el maravilloso Dr Livingstone y su encantadora familia a cenar. Times Square abarrotado de gente hablando español. Perdón, de gente española. Normalmente ya hay mucha gente hablando español, pero los de ayer además eran españoles. No creo que nunca pueda devolverles ese rato estupendo con nada que le pueda corresponder ni siquiera un poquito.

Cuando me iba a coger el metro, feliz de una Nochebuena distinta, me ofrecí a hacerles una foto a una familia de chinos que flipaban con mi amabilidad. Así llegué a casa con una sonrisa en la boca :)