Morriñas extrañas en días agradables

Tras numerosos estados de facebook, invitaciones a eventos y conversaciones por Skype me he dado cuenta de que si hubiera planeado irme a España en el descanso desde el principio habría podido hacer muchas cosas. Porque claro, ese arrebato de morriña a destiempo, tarde, hizo que los precios hicieran que no mereciera tanto la pena (¿o si?). Si hubiera estado en casa esta semana habría ido al concierto de Alejandro Sanz ayer y al de Jorge Drexler mañana. Al concierto de disfraces de Isa que ya es una tradición y es la primera vez que me lo voy a perder. Incluso podría haber organizado una minifiesta de cumpleaños anticipada.



Además, podría haber tocado un poco el piano, porque al principio lo llevaba bastante bien, pero en este último mes lo hecho mucho de menos. El otro día estuve mirando sitios para ir a tocar por horas. Al final algún día iré, pero claro, tampoco demasiado porque aquí todo es sumar a la lista de gastos y no puede ser...

Eso sí, ha hecho un día espectacular. Totalmente primaveral. Me he ido a clase de claqué y luego he estado en Central Park tirada en la gran explanada leyendo un ratito. Creo que si hace bueno el domingo haré un plan de Central Park con sandwich y posterior clase de claqué. Para despedirme de las mini vacaciones como se merecen.