Pequeños momentos en esta nueva vida neoyorkina

Meknés: The inciting incident.


Pasamos una noche en Fez como ciudad de paso hacia Meknés. Una ciudad más metida en tierra con clima algo desértico. Lo primero que hicimos fue ir a la gran plaza central, enorme y muy bonita con la puerta a la Medina y parte de la muralla del palacio real. Al poco de plantar la cámara, escuché unos gritos, me giré y ví a un tipo con un cuchillo intentando darle a otro. De fondo tenía a un par de policías que no se estaban enterando del asunto, ni ellos ni nadie de alrededor. Al poco salieron corriendo entre el tráfico y en seguida un montón de paisanos empezaron a intentar parar al tipo. Uno cogió una valla y empezó a atizar al tipo, a los pocos segundos apareció un coche de policía y ya entre unos cuantos le inmovilizaron y se lo llevaron. Mientras nuestro guía nos instó a que entráramos en el bar de enfrente, lugar al que íbamos desde el principio. La verdad es que a mí me pareció un incidente in importancia que bien me podría haber cruzado en NY o en Madrid, pero, mientras comíamos a nuestro guía le tomó la declaración la policía como testigo. Al terminar de comer nos preguntaron cuales eran nuestros planes para los dos días que íbamos a pasar allí para que fuera alguien siempre acompañándonos. Total, que los dos días en Meknés íbamos no solo con nuestro guía y chófer sino además con un policía local o un paisano que nos llevaba de un lado a otro.

Lo de tener nuestro guía está muy bien porque te lleva a un lado y a otro y además siempre contactan con sus "amigos" o "familia" en cada ciudad para llevarnos a lo mejor. Pero, lo cierto es que es una mafia auténtica. El segundo día en Meknés, cuando llegamos a la gran plaza, en lo que recorrimos la mitad ya saludamos a cuatro cinco personas que conocíamos del día anterior!



Pero bueno, en lo que viene siendo el aspecto más turístico de la cosa. Meknés no es una ciudad muy turística y a mí eso me gustó mucho. Tiene una gran vida local y pocos extranjeros. Eso sí, desde que he llegado a este país creo que he recibido más miradas que en toda mi vida junta. En Meknés creo que aún más si cabe en general, y como si acabara de aterrizar de Marte en particular.

El segundo día allí hicimos nuestro pequeño teatrillo. Me vestí de moruna más moderna y de moruna tradicional, me hice las manos de heno y estuve por allí y por aquí caminando, hablando por el móvil y utilizando mi ordenador. Una manera de mostrar que las mujeres marroquíes pueden ser tradicionales y modernas a la vez. Conseguir que una local nos hubiera hecho el numerito habría sido casi imposible y total, desde que he llegado aquí aproximadamente el 90% de la gente me habla en árabe y creen que soy marroquí incluso yendo con mi sombrero y mi cámara al hombro. Imaginaos vestida ad hoc. No cabía duda alguna.





Para terminar nuestra demostración de la modernización de la mujer marroquí, el segundo día nos encontramos en la plaza un evento que nos vino al pelo: un ring de boxeo con peleas… de mujeres!! La verdad es que yo aluciné pepinillos.

2 comentarios:

Daddy dijo...

¡¡ Qué experiencia más interesante !!
¿ Aluciné pepinillos ?. No conocía esa frase.

mammy dijo...

Has de saber que la mayoría de los españoles debe tener algo de sangre bereber, asi que lo que te está pasando es totalmente normal.
¿Lo de los pepinillos es porque has ingerido alguna sustancia?...

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