Pequeños momentos en esta nueva vida neoyorkina

Un año más


Cuando cumples años es inevitable hacer balances y cuentas. El año pasado hice estas. Este año puedo decir que ha sido un año maravilloso. Con sus altos y sus bajos (sobre todo al final de los 26) pero que, mirando al futuro, parece que todo el esfuerzo, sangre, sudor y lágrimas se van a transformar en cosas bonitas. Los 27 no pueden ser menos. El 27 es un número bien bonito.

Del año pasado a este he vuelto a cambiar a la gente que me rodea casi por completo pero sin dejar de tener aquí (conectadas de una manera u otra aunque nos separen miles de kilómetros) a toda la gente que se ha ido sumando a mi pequeña vida durante todos estos años. Me siento afortunada, muy afortunada. Tanto que no sé como dar las gracias y a veces pienso que puedo parecer una desagradecida. Pero hay momentos en los que me paro, pienso, respiro, miro alrededor y no puedo menos que sonreír. Y dar las gracias por estar rodeada de gente tan fabulosa.

El sábado me hicieron una fiesta sorpresa que, de verdad, no me esperaba para nada. Sobretodo porque yo ya había planeado una para el sábado siguiente. El momento sorpresa me dio un susto considerable pero luego la noche fue maravillosa. Comimos, bebimos, bailamos, cantamos, reímos... Gracias otra vez, no me cansaré de repetirlo.

2 comentarios:

Daddy dijo...

27 es múltiplo de 9, y, por tanto, de 3. ¿No es maravilloso?. Te lo he dicho muchas veces : Eres especialista en sumar amigos y eso es una virtud impagable, porque, además, el mérito es básicamente tuyo. En cuanto al futuro, yo ya lo sabía, y te lo dije; también te dije que era solamente el comienzo, y me reafirmo.

mammy dijo...

Suscribo todo lo que dice daddy. Además leyendo esto "me se" saltan las lágrimas.

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Tu flan